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El
Ministerio de Educación está obligado a controlar los recurrentes aumentos tarifarios de los colegios
privados, así como mantener la supervisión de toda la “dinámica mercantilista” que estos centros imponen sobre los útiles y libros escolares.
A
propósito del inicio este lunes 17 de agosto del año escolar 2015-16, María Teresa Cabrera,
expresidenta de la Asociación Dominicana de
Profesores (ADP), ha planteado que el tema de la tarifa sale a
relucir todos los años, haciéndose evidente “la falta de voluntad de parte de
las autoridades para actuar, hacer cumplir las normas y asumir que la educación no es una mercancía,
sino un derecho que el Estado tiene que garantizar a toda la sociedad”.
Refirió al Pacto por la Reforma Educativa, el cual según dijo,
contempla asumir el compromiso de una política pública editorial que vele por
el contenido, publicación, mecanismos de distribución y comercialización de los
textos.
La maestra tiene una valoración negativa respecto del mercado en
torno a los libros de texto, señalando que el cambio de éstos todos los años
tiene el único objetivo de resulte obligatorio adquirirlos nuevos aunque los
utilizados por el niño en el período lectivo anterior estén adecuados para ser
usados por otros estudiantes.
“Esto
ocurre porque las autoridades adoptan una postura de dejar hacer y dejar pasar.
Hay que actuar para corregir problemas que afectan a la gente. Nadie puede
explicar por qué hay que comprar un libro que no te altera nada del
contenido, solo te cambia la portada y la fecha”, comentó Cabrera al ser
entrevistada por el periodista Julio Martínez Pozo, en el
programa Toque Final, por Antena Latina, canal 7.
Conforme
con su visión sobre el proceso de
enseñanza-aprendizaje, sería importante la aplicación de una
política de “diversidad textual”, por considerar que sería más rica la
actividad educativa si cada estudiante consulta libros de autores distintos
sobre un mismo tema, “porque eso permite una discusión riquísima de
aprendizaje”.
De acuerdo con una nota elaborada por el referido programa,
Cabrera, quien también es vicepresidenta del partido Frente Amplio, indicó que
el principal problema es que “nadie frena a todos los que están envueltos en el
gran negocio cada vez que inicia el año escolar”.
“No son solo los dueños de los colegios, porque éstos sólo
tienen que ver con el tema de las tarifas, en el mundo del negocio de la
distribución y la comercialización de los libros de textos escolares entran
otros actores ante la mirada indiferente de las autoridades”, insistió.
Refirió
al Pacto por la Reforma Educativa,
el cual según dijo, contempla asumir el compromiso de una política pública
editorial que vele por el contenido, publicación, mecanismos de distribución y
comercialización de los textos.
En otro aspecto de sus declaraciones, Cabrera consideró que una
de las cosas que debería superarse este año escolar es que no se inicie con
escuelas necesitando desde dos hasta quince profesores, como habría ocurrido en
otras ocasiones.
A su
entender, el Ministerio de Educación podría evitar que esto ocurra, porque
cuenta con una amplia lista de profesores que han participado en los concursos
de oposición.
Sobre
la capacitación del personal
docente, Cabrera consideró necesario “ponerle un horizonte”,
porque conforme con su visión, no es suficiente con hacer cursos y diplomados,
“sino saber hacia dónde apunta la formación, que tan referenciada está y que
tanto atiende las realidades de los contextos socioculturales en donde están
inmersos los docentes”.
“No es lo mismo una escuela en Gazcue, que una de Capotillo...
las necesidades formativas son distintas. La política de formación docente
tiene que atender a eso. Hay que saber seleccionar el personal que acompaña
pedagógicamente a los maestros, los técnicos”, afirmó.
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