enTRE TÚ Y YO… | P. Regino
Martínez Bretón
Guayubin.- En 1937, el Dictador
Rafael Leónidas Trujillo Molina inicia el 2015proceso de “dominicanizaciòn” en
la frontera con Haití, matando a cuchillo y a palos, miles de dominicanos y
haitianos negros.
Los mata con armas blancas y con
madera (palo), para indicar que esas muertes son realizadas por los campesinos
fronterizos en contra de los haitianos porque estos les roban a los campesinos
dominicanos sus cosechas y sus animales. No se usa arma de fuego para realizar
dicho genocidio.
Así se demuestra que la oficialidad no
participa en la masacre. Esa era la excusa.
Sin embargo, queda algo pendiente, los
asesinos no son de la zona y confunden, físicamente, al negro haitiano
con el negro dominicano y se recurre a la fonética, el haitiano pronuncia
la “R” guturalmente, y el negro dominicano pronuncia la “R” labiodentalmente.
Entonces la palabra clave para diferenciar un negro haitiano de un negro
dominicano es la palabra “perejil”.
Hoy, la forma de identificar a
los dominicanos y las dominicanas, de ascendencia haitiana, es por el apellido,
que dándole valor retroactivo a la Constitución del 26 de Enero 2010
hasta el 1929, tenemos 81 años, cuatro generaciones de dominicanos y
dominicanas apátridas. Unas 247,000 personas…, más o menos. La Junta Central
Electoral les incauta actas de nacimiento, no tienen carnet de identidad personal
y electoral, no pueden obtener pasaporte, no pueden trabajar, no pueden
legalmente casarse, no pueden viajar, no pueden poseer propiedad. Ese es el
drama que están viviendo nuestros hermanos y nuestras hermanas a partir del 23
de Septiembre 2013, que es cuando sale la sentencia 168-13 del Tribunal
Constitucional, cuyo presidente, de dicho tribunal, es cocolo, hijo de
inmigrantes de las pequeñas islas del Caribe, colonizadas por Inglaterra,
Ray Guebara, que si se le aplica su sentencia resulta que no es dominicano y
está definiendo la “dominicanidad.
Si hay un “grupo humano” con “identidad
compartida” somos los dominicanos y dominicanas, pues nuestros aborígenes
fueron eliminados al inicio de la colonización. La cepa madre, la raíz,
de nuestra identidad es africana con injertos europeos, americanos y
orientales… Ya lo decía Juan Antonio Alix, poeta popular, tenemos “el negro
detrás de la oreja”.
Ayer español naci.
A la tarde fui francés
A la noche etíope fui,
Hoy dicen que soy ingles.
No sé qué será de mi...
Sin embargo, la misma Constitución
actual, la del 2010, nos dice en el Art. 18, n.2: …son dominicanos y
dominicanas “Quienes gocen de la nacionalidad dominicana antes de la entrada en
vigencia de esta Constitución”… (La Constitución reformada el 26 de Enero 2010)
Propiamente, la migración haitiana
hacia Rep. Dominicana existe desde 1868, cuando se inicia la guerra de los 10
años para la independencia de Cuba. Muchos cubanos emigran a Rep. Dominicana e
inician el cultivo de la caña de azúcar. El campesino dominicano no asume el
cultivo de la caña de azúcar y quien viene a realizar las labores de siembra y
corte de la caña es el campesino haitiano, dadas las buenas condiciones
económicas de la época.
La industria del azúcar se desarrolla
en Rep. Dominicana desde el Estado. En los años cuarenta del siglo pasado el
Presidente y Dictador Rafael Leónidas Trujillo pasa de genocida racista a ser
el empleador mayoritario del pueblo haitiano en coordinación con las
autoridades haitianas de turno. Trujillo llega a controlar 12 ingenios en todo
el país, empresas productoras de azúcar; para las cuales necesita mano de obra
haitiana y barata, dado que el campesinado dominicano no asume ese
trabajo.
La captación de la mano de obra en
Haití, 15 y 20 mil obreros cada año, se hace presentando un sueño de bienestar
en Rep. Dominicana cortando la caña, con prestaciones y condiciones
laborales encomiables. La oficialidad haitiana recibe un por ciento en
dólares americanos por cada obrero contratado y el Gobierno Dominicano le
ofrece residencia temporal en los bateyes, lugar de residencia y trabajo para
los obreros haitianos… Al final de la zafra, cuando el corte de la caña
termina, muchos de los obreros haitianos permanecen en las comunidades
dominicanas, con consentimiento de las autoridades dominicanas, otros
regresan a su país. Cada año se repite el proceso: promesas de
bienestar-captación-pago a las autoridades haitianas-permanencia-retorno… Con
los braceros haitianos presentes en las comunidades dominicanas va creciendo la
población dominicana de ascendencia haitiana. Las instancias del Estado
Dominicano les dan actas de nacimiento dominicana y carnet de identificación
personal y electoral porque la Constitución y las leyes dominicanas reconocen
el IUS SOLIS, válido hasta 2010, cuando se reforma la Constitución
dominicana.
El 23 de Septiembre de 2013, el
Tribunal Constitucional de Rep. Dominicana, impulsado por los nacionalistas de
la Fuerza Nacional Progresista, partido aliado al PLD, realiza un nuevo genocidio
con la sentencia 168-13, en que dándole valor retroactivo al Artículo 18, n.3
de la nueva Constitución, elimina la identidad nacional, y moralmente, a cuatro
generaciones de dominicanos y dominicanas. Cito “…son dominicanos y dominicanas
las personas nacidas en territorio nacional, con excepción de los hijos e hijas
de extranjeros miembros de legaciones diplomáticas y consulares, de extranjeros
que se hallen en tránsito o residan ilegalmente en territorio dominicano. Se
considera persona en tránsito a toda extranjera o extranjero definido como tal
en las leyes dominicanas;” el Tribunal Constitucional de Rep. Dominicana está
asesinando a cuatro generaciones de dominicanos y dominicanas de ascendencia
haitiana al darle valor retroactivo hasta 1929, a ese artículo 8, n.3 de la
Constitución del 2010. Solo la irracionalidad, la mala fe y los prejuicios
racistas y anti haitianos pueden quitarle la nacionalidad dominicana a
cuatro generaciones. No son haitianos, no conocen a nadie en Haití, nunca han vivido
en Haití. Esas personas son dominicanas por nacimiento, porque la Constitución
dominicana, en su época, reconoce el Ius Solis; son dominicanos y dominicanas
porque instancias del Estado Dominicano así lo reconocen antes del 2010: la
Junta Central Electoral, la Oficialía Civil, la Secretaria de Estado de
Educación, Salud Pública, las Iglesias…, y toda la población..., siempre han
vivido con nosotros, hablan nuestro idioma, están bautizados en nuestra
religión, católica, su cultura es la nuestra. Nuestras raíces étnicas africanas
podrán ser más o menos puras; pero no podemos negarlas por nuestra contextura
física, por el color de la piel, por el cabello rizado, la nariz, orejas
y labios están adecuados al clima tropical. Negar nuestras raíces africanas
es negar nuestra identidad nacional e isleña.
Hasta ahora, el control en nuestro
territorio fronterizo ha sido individualizado, corrupto y represivo; y con la
sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional de Rep. Dominicana se hace
ilegal e inhumano, llegando al absurdo e irracionalidad de validar
la retroactividad de las leyes y la Constitución dominicana…, de 2010 retrocede
a 1929; 81 años para atrás. Es ridículo, aberrante, hiriente, vergonzoso, muy
doloroso y genera odio, rechazo a nuestros mismos hermanos; porque se nos
quiere hacer creer que dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana son
haitianos y haitianas porque La Constitución Haitiana dice que el nacional
haitiano no pierde su nacionalidad donde quiera que nazca si es hijo de
haitianos; pero la Constitución haitiana es para los haitianos, no para
los dominicanos de ascendencia haitiana. La Constitución haitiana reconoce la
nacionalidad a todo haitiano nacido de padres haitianos en el extranjero
siempre que la persona quiera ser haitiana, como explica la misma Constitución
más adelante… En Rep. Dominicana los descendientes de haitianos no
quieren ser haitianos, son dominicanos y dominicanas…
La migración haitiana y los dominicanos
y dominicanas de ascendencia haitiana, en Rep. Dominicana, han sostenido la
economía dominicana, sobre todo cuando se sustentaba en el corte de la caña; y
actualmente el aporte de los migrantes haitianos sobrepasa el 14% del PIB de
Rep. Dominicana, según la investigación “Condición y Aporte de la MANO DE OBRA
DE ORIGEN HAITIANO a la Economía Dominicana”, CEFASA, Ed. De Premiun, Stgo.,
R.D., 2012).
CONCLUSIÓN: ALTERNATIVAS.
• Lo humano, lo justo, lo digno es que
reconozcamos la dominicanidad según lo que hemos vivido y legislado hasta 2010.
Como lo dice la misma Constitución reformada en el Art. 18, n.2: …son
dominicanos y dominicanas “Quienes gocen de la nacionalidad dominicana antes de
la entrada en vigencia de esta Constitución”…
• Reconocer que la retroactividad, si
se da, es para beneficiar al más débil. La validez de la ley justa, con sentido
de humanidad, es para el presente y el futuro.
• Si se reforma la Constitución para
hacer posible la reelección… Que se aplique la Constitución del 2010 tal y como
la misma explica para los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana en
el Art. 18, n.2: …son dominicanos y dominicanas “Quienes gocen de la
nacionalidad dominicana antes de la entrada en vigencia de esta Constitución”…
• Mi opinión es como humano, como
dominicano, con sentido eclesial, como persona consagrada a servir en la
Iglesia católica desde la Compañía de Jesús (PP. Jesuitas). Como Pastor, que
busca la oveja perdida y la pone en sus hombros, cuando la encuentra (cfr.:
Jn.10, 1-21, El Buen Pastor). El que quiera oír que oiga y actúe…
• No soy funcionario eclesiástico ni
trabajo en el Gobierno Dominicano. Por tanto, no estoy definiendo, ni
bautizando políticas de identidad nacional, ni migratoria…
• Para defender los Derechos Humanos no
hay que ser especialista del derecho, sino servidor solidario, servidora
solidaria, con transparencia y desde la debilidad con la fuerza de Dios, como
lo hizo Jesús. En ese sentido, la crisis en nuestra Iglesia católica no está en
la falta de Agentes Consagrados, ni en la falta de participación de los Laicos
y Laicas, sino en la falta de CALIDAD ENTRE LOS AGENTES CONSAGRADOS Y LOS
MIEMBROS DEL PUEBLO DE DIOS…
• Ya casi está vencido el Plan Nacional
de Regularización. Pero no están satisfechas las necesidades de los nacionales
haitianos irregulares obreros, ni siquiera están resueltas las necesidades
legales de los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana… Va a pasar la
materialidad de un año en el proceso de regularización; pero no ha habido
voluntad política del Gobierno Haitiano ni de ciertos funcionarios del Gobierno
Dominicano de hacer “lo que nunca se había hecho”…
• Gracias, una vez más, por haber
tenido la paciencia y la atención de escucharme.
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