Compañeros y compañeras de
Alianza País, compañeros y compañeras del Frente Amplio, compañeros y
compañeras del ARBA Camaradas, compañeros y compañeras, amigos y amigas,
hermanos y hermanas Gracias infinitas por su valiosa presencia solidaria en
este sencillo pero importante encuentro conmemorativo del primer mes de la
desaparición física del militante revolucionario de izquierda Ramón Almanzar.
El miércoles 27 de mayo del 2015, hace hoy
exactamente un mes, físicamente se fue de este mundo, el camarada, compañero y
amigo Ramón Almanzar
Esta muerte a destiempo, con apenas 62 años de
existencia, ha sido un duro golpe para el Movimiento Patria para Todos y Todas
(MPT), para las organizaciones progresistas que siempre lo valoraron y
respetaron y para todo el pueblo sensato que le conoció y supo de sus andanzas
del lado de los mejores intereses nacionales y de las grandes luchas del
pueblo.
Un hombre que dedico lo
mejor de su existencia a la lucha por un mejor futuro para el pueblo
Dominicano, asumiendo una visión política y filosófica acorde a los postulados
revolucionarios de la teoría Marxista Leninista, enarbolando la defensa y la
necesidad de la construcción del socialismo como modelo político, económico y
social para implantar la verdadera justicia y bienestar que permita el
desarrollo humano integral con la satisfacción plena de las necesidades de la
población.
Por ello Ramón Almanzar fue
un defensor y amigo de los pueblos hermanos, que como el Cubano, Venezolano,
Ecuatoriano, Boliviano, Chino, Vietnamita y otros que vienen trillando un
modelo de sistema socialista, anti capitalista y que están centrados en superar
la opresión y la miseria del capitalismo y del imperialismo.
En ese afanar y batallar
ininterrumpido y durante más de 35 años estuvo vinculado estrechamente, con
niveles decisivos de liderazgo, a la construcción de un instrumento político
alternativo y unitario de los revolucionarios y las revolucionarias para la
toma del poder político y transformar la sociedad en beneficio de las grandes
mayorías.
De ahí es que en 1980 fue
parte importante en la fundación del Partido de los Trabajadores Dominicanos,
en 1997 junto a varios movimientos políticos y personalidades revolucionarias y
democráticas se involucra activamente en la constitución de una nueva propuesta
política, democrática y patriótica que se designó con el nombre de Partido
Nueva Alternativa (La Alternativa), pasando por la candidatura a presidente de
la Republica en el 2000 y en el 2004.
El 27 de noviembre del 2010, encabezó la
fusión de las organizaciones Nueva Alternativa, Fuerza de los Trabajadores y
Partido de los Trabajadores M.L. para dar origen a Alternativa Revolucionaria,
del cual el congreso fundacional lo eligió su presidente.
Imbuido del más amplio espíritu unitario
impulsó a su vez la fusión de Alternativa Revolucionaria con el Movimiento
Patria Para Tod@s, resultando electo primer vicepresidente en el congreso de
fusión del 12 de octubre del 2014.
En esta perspectiva unitaria a Ramón lo
sorprende la muerte en los albores de la construcción y desarrollo de nuestro
Movimiento Patria para Todos y Todas (MPT) y en el afanar de la definición e
implementación de su táctica política para la presente coyuntura electoral, de
la cual fue su principal inspirador y formulador, y que fue aprobada en la
asamblea de militantes presidida por él que fue realizada el 24 de mayo del
presente año, exactamente 3 días antes de su muerte.
Esta táctica política plantea que, para
superar el actual estado de situación que vive la nación dominicana,
caracterizado por un ejercicio de gobierno corrupto e incapaz de satisfacer las
principales necesidades de cambio y bienestar de los ciudadanos y ciudadanas,
se requiere de la unidad programática de las fuerzas y sectores progresistas
que de verdad cuestionan el modelo y no se han corrompido disfrutando de las
mieles del poder y traicionando las aspiraciones de cambio de la nación. Ramón
fue abanderado de ese principio de unidad que hoy nos convoca a la imperiosa e
impostergable necesidad de construir un polo alternativo verdaderamente
progresista y democrático que se convierta, por sus acciones y prácticas, en un
torrente de pueblo que arrase del poder por la vía electoral al bloque corrupto
e inepto dominante encabezado por el PLD, al que se le han fundido como pirañas
el reformismo Balaguerista y el perredeismo Miguelista, convirtiéndose en un
solo partido corrupto y opresor: el Partido de la Liberación Balaguerista Perredeista,
cuyos fines están basados en la repartidera de cargos y puestos y mantener los
privilegios que a nuestro pueblo le cuesta tanto, que no hay manera de salir de
la pobreza y la miseria manteniendo esa burocracia insaciable y que se
enriquece a costa del erario público.
Este es uno de los
principales legados dejados por Ramón y que nos convoca a continuar: la unidad
programática de las fuerzas y sectores progresistas. Pero también Ramón
Almanzar nos legó el sentido de la responsabilidad, de la solidaridad, del amor
familiar y al prójimo, de la firmeza y la determinación de luchar sin cesar
para ser libre sin importar los riesgos y sacrificios, fue un hombre tan
valiente, sin miedo, que se puso a la cabeza de las principales luchas
desarrolladas por el gremio de los agrónomos desde 1988 y por el colectivo de
organizaciones populares desde 1989, siendo desafiante, contundente, en un
momento político convulso, de grandes movilizaciones, como las que dirigió en
1992 contra celebración de los quinientos años del “Descubrimiento” de América;
así como las desarrolladas en la crisis creada en 1994 con el fraude electoral
de Joaquín Balaguer contra José Francisco Peña Gómez, con la organización de
una huelga general por cinco días que obligó a reducir su mandato a dos años; y
que desgraciadamente fue la oportunidad que encontró el PLD para congraciarse
con el Balaguerismo, iniciar su carrera de tramposería y alzarse con el poder
en el 1996 mediante una alianza espuria y anti patriótica.
Los años de lucha de Ramón no serán en vano,
como el buen sembrador no desmayó esfuerzos algunos en encontrar una buena
tierra para sus semillas y hoy sus ideas reverdecen y florecen entre sus
compañeros/as, entre la gente del pueblo humilde, y nos abren nuevas esperanzas
augurando un nuevo porvenir en el horizonte cercano.
Por eso, los hombres y
mujeres patriotas y revolucionarios mantendremos encendida la llama de las
jornadas libertarias de Almánzar, que estará presente en cada demanda
reivindicativa del pueblo, en la lucha por la soberanía nacional y la
construcción de una sociedad sin opresión y de bienestar colectivo.
¡Ramón Almánzar vive, la lucha sigue!
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