Discurso pronunciado en la última conmemoración de Ramón Almanzar - conviterd

sábado, 4 de julio de 2015

Discurso pronunciado en la última conmemoración de Ramón Almanzar


Compañeros y compañeras de Alianza País, compañeros y compañeras del Frente Amplio, compañeros y compañeras del ARBA Camaradas, compañeros y compañeras, amigos y amigas, hermanos y hermanas Gracias infinitas por su valiosa presencia solidaria en este sencillo pero importante encuentro conmemorativo del primer mes de la desaparición física del militante revolucionario de izquierda Ramón Almanzar.
 El miércoles 27 de mayo del 2015, hace hoy exactamente un mes, físicamente se fue de este mundo, el camarada, compañero y amigo Ramón Almanzar
 Esta muerte a destiempo, con apenas 62 años de existencia, ha sido un duro golpe para el Movimiento Patria para Todos y Todas (MPT), para las organizaciones progresistas que siempre lo valoraron y respetaron y para todo el pueblo sensato que le conoció y supo de sus andanzas del lado de los mejores intereses nacionales y de las grandes luchas del pueblo.
Un hombre que dedico lo mejor de su existencia a la lucha por un mejor futuro para el pueblo Dominicano, asumiendo una visión política y filosófica acorde a los postulados revolucionarios de la teoría Marxista Leninista, enarbolando la defensa y la necesidad de la construcción del socialismo como modelo político, económico y social para implantar la verdadera justicia y bienestar que permita el desarrollo humano integral con la satisfacción plena de las necesidades de la población.
Por ello Ramón Almanzar fue un defensor y amigo de los pueblos hermanos, que como el Cubano, Venezolano, Ecuatoriano, Boliviano, Chino, Vietnamita y otros que vienen trillando un modelo de sistema socialista, anti capitalista y que están centrados en superar la opresión y la miseria del capitalismo y del imperialismo.
En ese afanar y batallar ininterrumpido y durante más de 35 años estuvo vinculado estrechamente, con niveles decisivos de liderazgo, a la construcción de un instrumento político alternativo y unitario de los revolucionarios y las revolucionarias para la toma del poder político y transformar la sociedad en beneficio de las grandes mayorías.
De ahí es que en 1980 fue parte importante en la fundación del Partido de los Trabajadores Dominicanos, en 1997 junto a varios movimientos políticos y personalidades revolucionarias y democráticas se involucra activamente en la constitución de una nueva propuesta política, democrática y patriótica que se designó con el nombre de Partido Nueva Alternativa (La Alternativa), pasando por la candidatura a presidente de la Republica en el 2000 y en el 2004.
 El 27 de noviembre del 2010, encabezó la fusión de las organizaciones Nueva Alternativa, Fuerza de los Trabajadores y Partido de los Trabajadores M.L. para dar origen a Alternativa Revolucionaria, del cual el congreso fundacional lo eligió su presidente.
 Imbuido del más amplio espíritu unitario impulsó a su vez la fusión de Alternativa Revolucionaria con el Movimiento Patria Para Tod@s, resultando electo primer vicepresidente en el congreso de fusión del 12 de octubre del 2014.
 En esta perspectiva unitaria a Ramón lo sorprende la muerte en los albores de la construcción y desarrollo de nuestro Movimiento Patria para Todos y Todas (MPT) y en el afanar de la definición e implementación de su táctica política para la presente coyuntura electoral, de la cual fue su principal inspirador y formulador, y que fue aprobada en la asamblea de militantes presidida por él que fue realizada el 24 de mayo del presente año, exactamente 3 días antes de su muerte.
 Esta táctica política plantea que, para superar el actual estado de situación que vive la nación dominicana, caracterizado por un ejercicio de gobierno corrupto e incapaz de satisfacer las principales necesidades de cambio y bienestar de los ciudadanos y ciudadanas, se requiere de la unidad programática de las fuerzas y sectores progresistas que de verdad cuestionan el modelo y no se han corrompido disfrutando de las mieles del poder y traicionando las aspiraciones de cambio de la nación. Ramón fue abanderado de ese principio de unidad que hoy nos convoca a la imperiosa e impostergable necesidad de construir un polo alternativo verdaderamente progresista y democrático que se convierta, por sus acciones y prácticas, en un torrente de pueblo que arrase del poder por la vía electoral al bloque corrupto e inepto dominante encabezado por el PLD, al que se le han fundido como pirañas el reformismo Balaguerista y el perredeismo Miguelista, convirtiéndose en un solo partido corrupto y opresor: el Partido de la Liberación Balaguerista Perredeista, cuyos fines están basados en la repartidera de cargos y puestos y mantener los privilegios que a nuestro pueblo le cuesta tanto, que no hay manera de salir de la pobreza y la miseria manteniendo esa burocracia insaciable y que se enriquece a costa del erario público.
Este es uno de los principales legados dejados por Ramón y que nos convoca a continuar: la unidad programática de las fuerzas y sectores progresistas. Pero también Ramón Almanzar nos legó el sentido de la responsabilidad, de la solidaridad, del amor familiar y al prójimo, de la firmeza y la determinación de luchar sin cesar para ser libre sin importar los riesgos y sacrificios, fue un hombre tan valiente, sin miedo, que se puso a la cabeza de las principales luchas desarrolladas por el gremio de los agrónomos desde 1988 y por el colectivo de organizaciones populares desde 1989, siendo desafiante, contundente, en un momento político convulso, de grandes movilizaciones, como las que dirigió en 1992 contra celebración de los quinientos años del “Descubrimiento” de América; así como las desarrolladas en la crisis creada en 1994 con el fraude electoral de Joaquín Balaguer contra José Francisco Peña Gómez, con la organización de una huelga general por cinco días que obligó a reducir su mandato a dos años; y que desgraciadamente fue la oportunidad que encontró el PLD para congraciarse con el Balaguerismo, iniciar su carrera de tramposería y alzarse con el poder en el 1996 mediante una alianza espuria y anti patriótica.
 Los años de lucha de Ramón no serán en vano, como el buen sembrador no desmayó esfuerzos algunos en encontrar una buena tierra para sus semillas y hoy sus ideas reverdecen y florecen entre sus compañeros/as, entre la gente del pueblo humilde, y nos abren nuevas esperanzas augurando un nuevo porvenir en el horizonte cercano.
Por eso, los hombres y mujeres patriotas y revolucionarios mantendremos encendida la llama de las jornadas libertarias de Almánzar, que estará presente en cada demanda reivindicativa del pueblo, en la lucha por la soberanía nacional y la construcción de una sociedad sin opresión y de bienestar colectivo.
 ¡Ramón Almánzar vive, la lucha sigue!

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